NOSTALGIA DE UN RUGIDO: RECORDANDO EL LEGENDARIO NSX TYPE-R
Hay automóviles que no son sólo automóviles. Son emblemas que marcan una época, con sus vivencias, sus emociones, sus retos colectivos. De entre todos los modelos de leyenda que Honda ha traído al mundo a lo largo de su historia, los más guerreros llevan una marca de deportividad inconfundible: Type-R (R de racing, de carreras).
Casi tres décadas después del nacimiento del mítico sello de deportividad, hoy revisitamos el primer modelo que lo lució: el NSX Type R de 1992, encarnación del ADN deportivo de la marca. Hoy, el NSX sigue siendo un mito muy vivo.
La llegada de la versión NSX Type-R, dos años después del lanzamiento del ya de por sí rompedor NSX original, marcó un antes y un después. Aunque en su día sólo se vendió en edición limitada en el mercado japonés, hoy es objeto de admiración y deseo por parte de coleccionistas de todo el mundo. Cuando se desarrolló la versión Type R, los ingenieros de Honda se centraron fundamentalmente en reducir el peso. Para ello se eliminaron todos los elementos que no se consideraban imprescindibles: el sistema de sonido, la rueda de repuesto, el aire acondicionado, parte del equipamiento eléctrico, el carenado inferior, el material aislante, la dirección asistida… Gracias a todas estas medidas extremas, se consiguió una reducción total de peso de 120 kg.